No cumple las reglas del decorador... pero a mí me encanta

No cumple las reglas del decorador... pero a mí me encanta 

Todos hemos escuchado esas reglas universales del diseño: “no mezcles demasiados colores” o “el mobiliario debe ser perfectamente proporcionado al espacio”. Pero, ¿qué pasa si a ti te gusta? ¿y si te dijera que a veces saltarse estas normas y reglas del decorador puede dar lugar a un espacio que realmente se sienta tuyo?

Porque al final, las reglas son guías, no leyes, y el diseño es mucho más interesante cuando refleja quién eres, no lo que dicta una revista. 

¿Quién dice que las reglas son absolutas? 

La mayoría de las reglas del diseño tienen su razón de ser, claro, pero también es cierto que no siempre se ajustan a las necesidades reales de las personas. 

Por ejemplo, muchos tenemos esa butaca de nuestra abuela a la que le tenemos tanto cariño, o esa lámpara que compramos en un anticuario durante un viaje especial. Quizá no cumplen con el manual de estilo perfecto, pero tienen un valor emocional que no puede pasarse por alto. Y aquí está el reto (y la magia) del diseño: encontrar la manera de integrar esos objetos en un espacio que funcione y que, además, hable de ti. 

A veces, lo que rompe las reglas también rompe la monotonía, y eso es lo que hace que un hogar sea realmente especial. 

Haz del diseño una declaración personal 

El diseño no está para complicarte la existencia ni para cumplir con estándares inalcanzables, su propósito es hacer que tu día a día sea más cómodo y funcional. Si romper una regla significa que tu espacio trabaja mejor para ti, entonces es la mejor decisión que podrías tomar. Porque al final, no se trata de perfección, sino de sentirte en casa.

Rompe las reglas y diseña un hogar que sea tan único como tú. ¿Listo para crear un espacio que hable de tu historia? 

¡Hablemos y empecemos hoy!